Condenan a dos cazadores a una multa de 4.300 euros por cazar con técnicas de ahorcamiento

El Juzgado de lo Penal número 2 de Huelva ha condenado a dos cazadores al pago de una multa de 4.380 euros (2.190 euros cada uno) por ser los autores de un delito contra la fauna, ya que los acusados utilizaban lazos de caza de acero a los que instalaban cebaderos para atraer a los animales, que quedaban atrapados y morían por ahorcamiento.

Poco más de dos mil euros cada uno por un delito. Les sale barato.

EUROPA PRESS. 02.09.2010
El Juzgado de lo Penal número 2 de Huelva ha condenado a dos cazadores al pago de una multa de 4.380 euros (2.190 euros cada uno) por ser los autores de un delito contra la fauna, ya que los acusados utilizaban lazos de caza de acero a los que instalaban cebaderos para atraer a los animales, que quedaban atrapados y morían por ahorcamiento.

Según reza la sentencia a la que tuvo acceso Europa Press, los acusados, cuya identidades responden a las iniciales E.C.A y F.C.R, en el transcurso de la primera quincena de agosto, éstos «utilizaban lazos de caza de acero para cazar en la finca ‘Los Carneros’ de la localidad de Paterna del Campo (Huelva), zona de reserva de caza, instalando estos lazos junto a cebaderos, por ellos preparados».

De este modo, utilizaban pipas de girasol depositadas en el cebadero para «atraer a animales y provocar su muerte al ser atrapados por los lazos, por tal motivo denominados métodos de ahorcamiento».

Asimismo, la sentencia destaca que la finca es conocida por la presencia de variadas especies animales, algunas especialmente protegidas: ciervo, jabalí, zorro, tejón, meloncillo, entre otras.

El día 16 de agosto de 2009, agentes del Seprona de la Guardia Civil, conocedores de las actuaciones previas de los acusados, comprobaron como éstos trasladaban un saco blanco de plástico con pipas de girasol hasta un cebadero que «no es visible salvo que sea previamente conocido».

Así, E.C.A y F.C.R procedieron a depositar las pipas de girasol en el cebadero y además comenzaron a revisar cuatro lazos de acero que «tenían previamente colocados en las inmediaciones, en las veredas y pasos hacia el cebadero», por lo que «cualquier animal de determinado tamaño que atraído a tal fin, buscara el alimento depositado por los acusados, quedaría atrapado, sin posibilidad de discriminación».

Por ello, cada uno de los acusados ha sido condenado a pagar una multa de seis euros al día durante 12 meses con responsabilidad personal en caso de impago, así como a la inhabilitación especial para el ejercicio para el derecho de caza durante dos años y al pago de las costas a la mitad.