Nos llamaron porque una señora tenía un perro en su casa que amenazaba con morderla y estaba asustadísima.
Para allá se fué Elena dispuesta a enfrentarse con la fiera a costa de su propia integridad, si hacía falta.
Y se encontró con Naza, un yorkshiere que no llega a los dos años.
Naza fué un regalo a una persona mayor que casi no puede salir a la calle y no lo habían sacado de casa casi desde su nacimiento . No es extraño que el pobre le mordiera los tobillos a la dueña, quería jugar.
Elena se lo ha llevado a su casa y lo ha bañado y por lo que se ve en la foto, tiene los dedos enteros.

Hay veces que hay que tomarse las cosas un poco a broma para no terminar desesperados con lo que se encuentra una

Naza está mal sociabilizado y tiene miedo . Pero creemos que no es algo demasiado grave. Al poco tiempo de estar en casa de elena ya estaba muy tranquilo.

Necesitamos una casa de acogida para Naza donde termine de socibilizarse y de aprender lo que hasta ahora nadie le ha enseñado