M. A. Nadie sabe si el pony, al que aún no le han puesto nombre, podrá salvar su vida. Presenta una pata trasera en un lamentable estado, con el hueso a la vista. Casi un colgajo. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha detenido a dos hombres a los que imputa un delito de maltrato a los animales. La Benemérita se enteró de lo que estaba ocurriendo a través de una asociación benéfica de animales de Orihuela a donde fue trasladado el equino por una ciudadana británica que lo encontró en mal estado en Catral. Los dos detenidos son ciudadanos españoles y ayer el Seprona aseguraba en un comunicado que una lesión de tanta gravedad en una pata puede ser mortal para este animal porque es «incompatible con su vida».
El arresto de los dos sospechosos se realizó el pasado viernes después de que se presentara una denuncia por la propia asociación debido a la situación en la que llegó a sus instalaciones el pony. «El estado en que había llegado -explica el Seprona- demostraba el desconocimiento de los propietarios sobre los cuidados que precisan estos animales para mantenerlos saludables y en condiciones óptimas de bienestar, bien por ignorancia o por pasividad ante la situación». Según explica la Benemérita, el animal fue rescatado por una ciudadana británica que comprobó que el animal vivía en una granja en Catral y viendo cómo estaba, «lo recogió para cuidarlo». Al ver que ella era incapaz para curar heridas de esa gravedad lo llevó a la asociación benéfica para que lo atendieran. Así se ha sabido todo. Esta no es la primera vez que animales sufren maltrato en la comarca, recientemente este diario se hizo eco de otro asunto, concretamente en agosto, cuando la Guardia Civil de Alicante detuvo a un joven de 19 años como supuesto autor de un delito de maltrato y abandono de animales, tras hallar dos burros que habían estado en una caseta de pequeñas dimensiones y que sufrían extrema desnutrición y problemas de movilidad, entre otras patologías. Los animales habían vivido en una caseta de aperos de reducidas dimensiones y en una situación higiénico-sanitaria desfavorable, ubicada en una finca de Daya Vieja.