Hay veces que parece que los pobres animales se nos ponen delante para que los rescatemos. O simplemente será que , mientras mucha gente pasa de largo, los amantes de los animales se fijan cuando ven alguno que puede estar abandonado.
Nuestras colaboradoras llevaban varios días viendo una perra de caza en una zona como a 25 km. de Salamanca. Al principio pensaron que se podía haber escapado porque llevaba collar y además les dijeron que había habido una partida de caza hacía unos días. Estuvieron varios días poniéndole comida pero no se dejaba coger
Ayer , Ana y Estefanía pusieron la jaula trampa y se turnaron con Ian para vigilar. A las 22,30 horas Ian avisó que había entrado en la jaula y que allí estaba. Ana y Estefanía fueron a ayudarle . Cuando llevaban de vuelta la jaula trampa, UNA MASTINA en los puros huesos.
Así que los tres terminaron a las 2,30 de la madrugada , satisfechos por lo conseguido pero con unas ojeras que le llegan hasta los piés, amén del frío.
La perrita de caza, claro, no se había escapado. Habían borrado los cuatro últimos números del teléfono en la chapa. Y además tiene un miedo terrible.
Gracias a los tres por tanto esfuerzo y dedicación. Esta vez hatenido una gran recompensa