Otro abandono del fin de semana. Apareció cerca del Puente Romano y hubo que cogerla en brazos porque no quería andar del miedo que tenía.
Al día siguiente se acercaba a dar mimos pero la pobrecita tan pronto lamía la mano se retiraba asustada.
Hoy ya ha jugado como una local y sin ningún miedo.
Mañana la llevaremos al veterinario y podremos dar más datos
Lo que sí podemos decir ya es que tiene una mirada encantadora y que es muy sociable y buena